El 10 de abril de 1919 muere Emiliano Zapata en una emboscada dirigida por Pablo Gonzáles, general constitucionalista.
¿Sabes lo difícil que fue llevar a cabo esta misión?
Se sabía que Zapata era un caudillo desconfiado por intentos de asesinato previos, por lo que contaba con un doble ligeramente más bajo que él.
Para hacerle bajar la guardia, se circuló el rumor de que el coronel Jesús M. Guajardo había sido amonestado para que así Zapata, sabiendo la influencia de este hombre, lo invitase a su bando. E incluso para reforzar el engaño, el falso desertor constitucionalista tomo la plaza de Jonacatepec, que en ese momento estaba tomada por la División Oriente.
Después de acuerdos de ambas partes para un encuentro, el Caudillo del Sur se dirigió a la Hacienda de Chinameca donde le esperaban las tropas de Guajardo presentando armas simulando rendir honores, pero en el momento en que Zapata entró a la hacienda se abrió el fuego dándole la muerte en el instante.
¿Creencia popular o mito?
Corre la creencia de que Zapata no fue asesinado ese día, sino su doble, pues como cuentan las leyendas, el caudillo tenía un lunar que no se exhibía en el cadáver, y tú, ¿quién crees que realmente haya sucumbido ese día?